¿La nueva esclavitud en la era de la inteligencia artificial?
La inteligencia artificial tiene que ser alimentada con datos para que pueda ser operativa.
¿Y quién clasifica esa ingente cantidad de datos? Son personas quienes de forma manual y en un proceso muy rutinario y tedioso seleccionan los contenidos relevantes y desechan los inapropiados, viéndose expuestos a menudo a imágenes aberrantes o perturbadoras.
Las grandes empresas tecnológicas del sector de la inteligencia artificial emplean para esta fatigosa labor a operarios subcontratados del sur global. Los trabajadores en Kenia, la India o Venezuela cobran menos de 2 euros por hora por etiquetar los datos.
¿Estamos ante el nuevo colonialismo de la IA?
Cómo el desarrollo de modelos de IA como ChatGPT y DALL-E depende de la mano de obra barata del sur global para etiquetar manualmente el contenido perturbador. Este etiquetado de datos es crucial para el correcto funcionamiento de los sistemas de IA. Sin embargo, los trabajadores involucrados en este proceso a menudo están mal pagados, expuestos a material perturbador y tienen malas condiciones de trabajo. Las empresas a menudo subcontratan este proceso y no se hacen responsables del bienestar de los trabajadores. Los expertos argumentan que el apoyo a la organización transnacional de trabajadores debería estar a la vanguardia de la lucha por una IA ética.
10 puntos principales
- Los modelos de inteligencia artificial como ChatGPT y DALL-E dependen de la etiquetación manual de datos perturbadores, tarea que se realiza en su mayoría por trabajadores del sur global con salarios bajos.
- La etiquetación manual de datos es crucial para el rendimiento de la inteligencia artificial, ya que los datos bien etiquetados permiten un mejor entrenamiento de los modelos.
- El trabajo de etiquetación manual es tedioso, repetitivo y requiere mucho tiempo, por lo que muchas empresas subcontratan este proceso a trabajadores del sur global.
- Los trabajadores del sur global que realizan la etiquetación manual de datos suelen trabajar en condiciones precarias, están expuestos a material perturbador y a menudo reciben salarios muy bajos.
- Las grandes tecnologías no asumen la responsabilidad de las condiciones laborales de los trabajadores, ya que subcontratan este proceso a terceros.
- El mercado mundial de etiquetación de datos se estima en más de 2000 millones de euros para el año 2023.
- Expertos argumentan que la organización transnacional de los trabajadores debería estar en el centro de la lucha por una inteligencia artificial ética.
- La falta de atención a la salud mental de los trabajadores y la exposición a material confidencial son problemas comunes en este campo.
- La subcontratación de la etiquetación de datos también ha llevado a la exposición involuntaria de material personal de los usuarios.
- La lucha por una inteligencia artificial ética debe incluir el apoyo a los trabajadores del sur global y la mejora de sus condiciones laborales.
El futuro de la humanidad
- ¿Estamos dispuestos a permitir que los trabajadores humanos sigan siendo explotados para alimentar el crecimiento de la industria de la inteligencia artificial?
- ¿Qué medidas pueden tomarse para asegurar que la inteligencia artificial se desarrolle de manera ética y justa para todos, incluidos los trabajadores que la hacen posible?
- ¿Deberíamos estar preocupados por el hecho de que la inteligencia artificial puede estar perpetuando y ampliando las desigualdades económicas y sociales existentes?
- ¿Cómo podemos garantizar que los avances tecnológicos no reemplacen completamente a los trabajadores humanos, dejando a millones sin empleo y sin recursos?
- ¿Qué pasaría si permitimos que las empresas de tecnología tengan acceso ilimitado a nuestros datos personales, dejando en manos de la inteligencia artificial la toma de decisiones sobre nuestras vidas y nuestro futuro?
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